lunes, 3 de septiembre de 2012

Un hipotético gobierno del Partido LIBRE

Tomado de el sitio web : ojodeaguila.org
No se puede negar que el Partido Libre ha acaparado la atención de un sector de la población, en las encuestas de Cid Gallup y de Cespad le atribuyen entre un 12 a un 15 por ciento de intención de voto por partido. El enorme desempleo, la escandalosa corrupción pública, la creciente inseguridad ciudadana, la chabacanería de muchos de los líderes de los partidos tradicionales y la voracidad de empresarios y terratenientes son algunos de los factores que crean el caldo de cultivo para que hondureños humildes y marginados busquen en ese partido una salida a los múltiples problemas que aquejan a la mayoría del pueblo.

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 Son variados los ejemplos de países de América Latina que han atravesado por situaciones donde ante la desesperación popular, por la falta de respuesta a los problemas de las elites políticas corruptas, los ciudadanos han caído en el espejismo de falsos mesías, de proyectos populistas que se convierten en autoritarismos y que ponen en serio peligro la democracia y el régimen de libertades que le dan vida. Es decir pues, la medicina de esos supuestos redentores termina siendo peor que los malos gobiernos de los políticos tradicionales. Para muestra están las experiencias de Ecuador con el chabacan de Abdalá Bucaram, que terminó siendo separado del poder por incompetente. Perú con Alberto Fujimori, quien en aras de combatir el narco terrorismo terminó cayendo en una escandalosa corrupción y violación de los derechos humanos. Guatemala con Alfonso Portillo, delincuente internacional que terminará sus días en las cárceles de Estados Unidos. Estos fueron lidercillos que llegaron a gobernar como falsos redentores del pueblo y que utilizaron la desesperación de la gente para asaltar el poder. En Honduras la desesperación combinada con decepción podría empujar al pueblo a votar por un partido seudo izquierdista, plagado de políticos corruptos e incapaces, iguales o peores a los que ellos adversan. Al escuchar las declaraciones de los líderes del Partido Libre y leer sus documentos fundamentales se puede deducir o prever qué tipo de gobierno podrían realizar de llegar al poder. Lo primero que harán es convocar a la Asamblea Constituyente, la única forma legal de lograrlo sería llamar a un plebiscito, para ello requieren de la mayoría calificada en el Congreso Nacional, situación difícil de lograr debido a lo polarizado que estará dicho poder. Al impulsar esa iniciativa la sociedad hondureña en su totalidad se verá nuevamente arrastrada a la confrontación entre los que simpatizan con la Constituyente y los que la adversan. La convulsión política será inevitable y creará una enorme incertidumbre en el país, ahuyentando la inversión nacional y extranjera, que a su vez profundizará el ya elevado desempleo, pobreza, delincuencia, migración y desesperanza generalizada. Paralelamente veremos a los incapaces, farsantes y corruptos dirigentes como Rafael Alegría, Juan Barahona, Rasel Tome, Enrique Flores Lanza, Edgardo Casaña, Esdras Amado López, David Romero Ellner, Andrés Pavón, entre otros, ocupar cargos de Ministros o Presidentes del Legislativo; llenando sus bolsas con los escasos recursos del gobierno, tal como lo hicieron en el gobierno de Mel Zelaya. Para ganar el apoyo popular rápidamente el hipotético gobierno del Partido Libre aprobará leyes populistas y financieramente irracionales como aumento desproporcionado al salario mínimo, rebaja al precio de la gasolina sin considerar los costos de operación de las importadoras, rebajas a la energía eléctrica en detrimento de las agonizantes finanzas de la ENEE, devolución del INPREMA a la cúpula corrupta magisterial, derogación de la Ley Fundamental de Educación y de la Ley Marco del Sector Agua Potable. Veremos un gobierno despilfarrador de sus escasas finanzas lo cual repercutirá en un escandaloso crecimiento del déficit fiscal que inevitablemente conducirá a la devaluación de la moneda y la consecuente inflación que golpeará a la clase media y popular, viviéremos lo que ocurrió en la Argentina del corralito y las devaluaciones diarias. Ese gobierno de Libre nombrará a sus títeres en la Corte Suprema, Ministerio Publico, Tribunal Superior de Cuentas y Procuraduría General de la Republica. Luego seguirá contra los medios de comunicación y periodistas que han sido y seguirán siendo defensores de esta débil democracia y críticos a ese farsante proyecto. Vendrá el cierre de medios y obstáculos para la labor informativa independiente. A los propietarios de empresas de comunicación se les presionará o chantajeará con la partida publicitaria, la factura de energía eléctrica o las exoneraciones para importación de materia prima, tal como se ha hecho en Venezuela, Ecuador o Argentina. En ese hipotético régimen se iniciarán juicios parcializados e ideologizados contra las principales figuras políticas, empresariales y sociales que apoyaron el gobierno de transición de Roberto Micheleti. Se perseguirá a las cabezas prominentes de la Iglesia Católica e Evangélica, inventando todo tipo de mentiras y diatribas contra ellos. La delincuencia e inseguridad ciudadana volverá a los niveles que alcanzó en el gobierno de Zelaya quien a propósito descuidó este campo para darle libre paso al narcotráfico, del que directamente se benefició, así como el lavado de activos y bienes propiedad de narcos nacionales y extranjeros. Esta permisibilidad con la más dañina y peligrosa delincuencia tensará las relaciones con los Estados Unidos, quienes han desplegado en suelo catracho importantes equipos de búsqueda y captura de peligrosos capos nacionales y extranjeros. Seguramente Mel Zelaya tratará de derogar el tratado de extradición de peligrosos delincuentes a Estados Unidos, para proteger a sus amigos y financistas. Ante esa hipotética pesadilla de gobierno de Libre emerge la tarea de denunciar y desnudar las verdaderas pretensiones de estos falsos promotores del cambio, es cierto que Honduras ha sido mal gobernada por picaros cachurecos y colorados inescrupulosos, pero no menos cierto es que los de Libre son peores. En el país aun hay sanos políticos, honrados, con intenciones de reformar y enderezar el mal rumbo de la nación, por tanto, hay que ir a las urnas y escoger con lupa a los buenos políticos de entre tantos malos. En este sitio de defensa de la libertad y la democracia iremos advirtiendo quienes son los malos y quienes los buenos. Dar click en el titulo de la noticia para comentar con tu cuenta de Facebook,Twitter,ó e-mail..puedes usar los botones de abajo para compartir en las redes sociales
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