domingo, 19 de junio de 2011

Tazas de inseguridad

Por: Mario Berrios
“Qué bien que se asoma por acá, ¡al fin!, días de andar perdido”, me dice Ña Toribia —y agrega—, hoy sí le tengo sus pastelitos de carne”. Ya era tiempo Ña Tori, le respondo. “Y le cuento, comejamo, negro descolorido de a saber quién, por poco encuentra a Carla y Claribel, las mujeres de Araque y David, sus amigos SIFILOSOS, picos graves ustedes sólo porque degustan gífiti donde el tal Diego. Tenga, cómase estos, que más adelante quien sabe, ya ni frijoles podemos comprar, no ve que trajeron esos de África, más caros y de mal sabor, dicen que el negocio es de uno de arriba, que en esos paseos del sonriente han conectado bien esa clase de “favores” para el pueblo.

—Abordemos otro tema, mejor hablemos de la sele, Ña Toribia.
—Al menos eso mantiene ocupado a mi bueno para nada de Chevo —dice, tocando las bolsas de su delantal en busca de monedas—, para que no ande callejeando, para arriba y para abajo. La sele destrozó a los pobres de Granada, contra Jamaica los quería ver haciendo las mismas musarañas, pero nada, sólo presionamos, de seguro estaban agotados. Suárez acrecentará la autoestima iniciada por Rueda, ese nuevo entrenador me hace soñar. Para mí que una estrella nos ilumina porque preferible jugar contra Costa Rica que contra México. Pero fuimos una tromba en el segundo tiempo, ¿se fijo? A los nuevos convocados se les ve más eficacia que a los viejos; dejaron sabor a victoria. Ese gol jamaiquino fue mal “tuerce”, aunque Noel limpió su mala racha parando ese bombazo, y es que esos morenotes son fuertes, si no vea cómo Costly rebotó y resultó lesionado al chocar contra uno de ellos. A mí me ha gustado el equipo, ese entrenador se ve “cachimbón”, con buena mano, usted sabe, Mario, los colombianos van adelante, no son únicamente drogas, ese país produce talentos en diversas áreas, incluso científicas.

—¿Y no es que usted no ve noticias, Ña Toribia?

—Je, ahora sí, no ve que es necesario, por cualquier trifulca en el país, así uno ya sabe a qué hora salir “de cuete”, patitas para qué las quiero, si este me sigue —y mira a don Chevo en su taburete— allá él, si no me busco otro, sola no voy a estar. Pues veo ese programa Ante la Nación, de Carlitos, es que él es de aquí, del barrio, de confianza, ¡bueno frente al micrófono y la pantalla, es un mico en una rama! Le cuento, ¡estoy ardida!

—¿Y eso?

—Acaban de pasar unos de insalubridad pública, ¡pobres! Ahí les di su pastelito. Yo los entiendo, les pagan mal a los viejos, los nuevos, recomendados, son los de los sueldazos, el verdadero trabajador que se joda, incluso ahí pagan más en plazas inexistentes que en medicinas, ellos mismos me cuentan.

Pues recomiéndeme con uno de sus amigos, tengo pendiente el trámite de un cliente

—Mm, está difícil, un colectivo morado es el de la influencia ahí. Mejor cuente acerca de esas bodas que realizan varios abogados colegas suyos, unas “uniones de hecho", ceremonias completas de "machín con machín" o hembra con hembra, con fiesta y todo los “mikis trikis”.


De eso no sé, doña Toribia, buena novedad me ha dado. Mejor cuénteme, ¿usted como empresaria apoya esa tasa de seguridad.

—¡Dios guarde con ese cuento!, yo lo que tengo son tazas de inseguridad, pocillos sin agarraderas, todos me los han quebrado los clientes. Pues hablando del tema, al “maistro” lo doblaron los empresarios, ¿ya vio en la televisión?

Seguidamente le explico a Ña Tori que el Ministerio de Seguridad necesita la aprobación de un nuevo impuesto para renovar su logística y reorientar la lucha contra el crimen.



—¡Yo no doy eso, lo apruebe el congreso o no, nosotros estamos chinitos!, esos dineros los ocupan para sufragar sus campañitas políticas, malgastarlos, para el pago de planillas fantasmas, bueno, gocé ayer cuando vi en las noticias que los empresarios prefirieron donar 75 patrullas, con radios y luces estrambóticas en el carapacho de esas azulonas, es preferible eso a entregarles el pisto en efectivo, ellos van a la agencia y salen con su carro por la puerta de atrás, intereses por las cuentas en bancos, ¡uhh!, acumulan presupuestos para pagar activistas, sólo picos largos hay en esas campañas. ¿Vio las declaraciones del maistro?, estaba agradeciendo al COHEP, pero en el fondo tenía destartalado el rostro, no le gustó porque van a deducir esos millones del presupuesto final, mejor que no dejen efectivo en las manos de la burocracia o la menor cantidad posible. Oiga, para combatir el crimen sólo necesita tres cosas: voluntad, ingenio y valor, el resto es “paja”, como dicen en su pueblo, aquí vienen muchos a comer, no ocupan andar haciendo tanto visaje.

No hombre, la policía necesita mucho apoyo logístico.

—¡Sí, cómo no!, pero en este momento ocupan el olor del frito de los dólares para campañitas, yo no me trago ese cuento. Figúrese usted que en esta municipalidad de San Pedro Sula anualmente recogen millonadas con esa taza que nos cobran, pero a la policía no le dan ni un tornillo, esas patrullas andan como “garnachas” viejas, los policías tienen que empujarlas, por aquí pasan sudaditos encendiéndolas en tercera.
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