viernes, 7 de enero de 2011

En aras del periodismo

Por: Osman Guardado
En un mundo tan diverso y cambiante como el que nos circunda, infinidad de temas requieren nuestra constante atención y nos obliga a replantearnos incesantemente nuestra postura frente a ellos. Uno de estos temas de permanente interés es el de la misión del periodista en la sociedad, de sus tareas y responsabilidades.

Recientemente fui objeto de un reconocimiento por parte del Frente de Defensa Popular FREDEPO, reconocimiento que creo no merecer porque es nuestra obligación como periodista hablar siempre con la verdad al pueblo, pero me llamo la atención una frase que ha calado en mi, y que se plasma en el diploma que esta organización me atribuyo.

"BENDITOS SEAN LOS PERIODISTAS QUE SOLO SE ARRODILLAN A DIOS Y SE MANTIENEN FIRMES ANTE LOS HOMBRES". En la actualidad el periodismo ha dejado de ser una actividad noble, que busca la verdad, la justicia y honradez, para convertirse en un negocio mercantil que sirve a unos pocos y adormece al pueblo y no lo deja despertar.

Es una lástima la desinformación que existe en torno a lo que realizan las autoridades locales, es una pena que el pueblo no conozca a fondo todo lo que en sesiones de corporación hacen estos señores; En cierta ocasión alguien muy cercano al alcalde me decía "no nos interesa que el pueblo se entere de el aumento, lo que le debe interesar al pueblo es que con eso vamos a hacer obras", me desilusioné con aquella posición de aquel empleado municipal al tiempo que me consulte ¿qué está pasando?, ¿Porque los medios radiales y televisivos se han prestado a ese juego?, amigos, colegas con los que he compartido callados ante el interés de estos "señores", ¿A cambio de qué?.

Aquello que Gabriel García Márquez definió como "el mejor oficio del mundo" ¿En qué se ha convertido? o mejor dicho ¿En que lo hemos convertido?. Aun es tiempo.

Para García Márquez “el periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad... Nadie que no haya nacido para eso, y esté dispuesto a morir en eso, podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz...”

Con las anteriores reflexiones habría que sugerir a nuestros AMIGOS, COLEGAS Y COMPAÑEROS de medios preocuparse más por divulgar el heroísmo aquellos grandes periodistas del pasado, o el legado de muchos que nos antecedieron para fortalecer, promover y resaltar lo que García Márquez bien definió como “ el mejor oficio del mundo”, sobre todo en momentos en que el gremio está pasando por situaciones difíciles tanto económicas como sociales y políticas para cumplir, lo que continúa siendo la difícil y controversial misión del periodista.
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