Yoro vive entre la inseguridad e impotencia: Iglesia católica

La Diócesis de Yoro denunció la situación de inseguridad, incertidumbre, temor e impotencia causada por la violencia que viven los pobladores de aldeas, caseríos, colonias y barrios de ese sector.
En un comunicado manifiestan que el Presbiterio de la Diócesis de Yoro se reunió en Olanchito, donde recogió el sentir de los pobladores que son víctimas de la violencia y que sufren de distintas maneras y con efectos deshumanizantes.
El escrito, firmado por monseñor Juan Luis Giasson, señala diez puntos, entre los que se destacan que han constatado que existe una ciudadanía huérfana de leyes y de un sistema incapaz de asegurar la igualdad jurídica donde impera la violencia, la extorsión, los secuestros y robos, que son síntomas de un país sin leyes.
“Es preocupante el problema del hambre, la falta de seguridad alimentaria y la permanencia de una extensa agricultura tradicional, donde hay campesinos e indígenas víctimas de todo tipo de desastres naturales y del olvido sistemático por parte de partidos, gobiernos y planes de país”, indica.
También señala el déficit presupuestario en salud, infraestructura y de personal que pueda prestar un servicio mínimo a la población, así como el agotamiento y la poca conservación de los recursos naturales.
Manifiesta que a las compañías mineras que exploran los recursos se les otorga toda clase de concesiones sin exigencias jurídicas administrativas, pese a que causan daños irreparables a nivel humano y ecológico. “Algunas municipalidades de Yoro se muestran débiles, cómplices y corruptas, pues conceden permisos más allá de su competencia”, apuntan.
En cuanto a la situación política, aseguran que la pérdida de credibilidad creció considerablemente a raíz de la crisis desatada el año pasado: se originó en las cúpulas de los partidos tradicionales y dividió a toda la sociedad hondureña, incluida la Iglesia.
“Todavía estamos pagando las consecuencias de la crisis: hay falta de reconocimiento internacional, las ayudas económicas han disminuido considerablemente y el gobierno actual se encuentra con las manos atadas ante los grupos de poder que han estado y están detrás de todo ello”, apunta.
Agrega que el reconocimiento oficial de que la mayor parte de los asesinatos a los periodistas corresponden al “narcotráfico” son un indicio muy claro de la fase en la cual estamos entrando en Honduras porque la lucha contra el narcotráfico a nivel internacional ha tenido como efecto directo convertir a nuestro país en un campo de lucha de los carteles de la droga.
Finaliza señalando que el resultado es una democracia acompañada de pobreza, desigualdad, injusticia, inseguridad y exclusión, con lo cual no podrá haber una reconciliación nacional.
“A pesar de que el nuevo gobierno se ha movilizado para dar cumplimiento a los “Acuerdos de San José”, sigue como tarea pendiente en el país el esclarecimiento de la violación a los derechos humanos y la efectiva creación de la Comisión de la Verdad”. COMUNICADO DE LA DIOCESIS DE YORO.
Fuente: Diario Tiempo 12 Julio 2010

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