No son más que rumores…
Los apodos casi siempre provienen de nuestros hogares y los rumores nacen de algún comentario que se repite, se propaga y causa efectos inesperados…
Todos queremos saber de todo, más grave aún: ¡creemos saber de todo!
En nuestros pueblos es clásico escuchar –sobre todo a las personas mayores- exclamar que presienten algo, que “amanecieron” con un “palpito” de que va a suceder lo insospechado. Al escuchar esto nos dedicamos a repetirlo como noticia confirmada y a crear pánico diciendo que “algo” va a pasarnos…
Estas situaciones suceden con mayor insistencia cuando nos encontramos dentro de una situación anómala, fuera de lo normal; sucedió en Olanchito (durante los últimos tiempos) cuando acontecieron los movimientos telúricos de finales de mayo… era clásico escuchar a muchas personas aseverando que sucedería un nuevo evento, que don fulano dice, que zutanito lo asegura…
Resumen: Nos hemos acostumbrado a ser negativistas; emanamos negativismo, hacemos que lo negativo se desarrolle, que crezca y se propague hasta convertirnos en una población llena de temores y ansiedades por lo que suponemos habrá de acontecer…
Dentro del actual orden de cosas no ha sido la excepción; nos “entretenemos” haciendo correr rumores que nos mantienen distraídos de nuestras ocupaciones productivas habituales, sin ver la forma de generar mayor rendimiento en la búsqueda de hacer nuestra Honduras más grande y respetada: Un país con un verdadero resurgimiento comercial e industrial que nos haga sentir, dentro del concierto de naciones, como generadores económicos (con o sin estatuas) y no como politicastros sufridos…
Lo importante –en la vida- es mantener una actitud positiva que nos permita un desarrollo seguro; comprendamos que debemos dejar el cuidado de las fronteras a quien le corresponde, demos oportunidad a los políticos y diplomáticos buscar la mediación y el reconocimiento (entiéndase respeto) de las naciones y a la policía nuestra seguridad…
Dediquémonos al trabajo, a producir, hagamos de nuestra Honduras un verdadero remanso de paz, sin necesidad de estarlo gritando, sin buscar más enfrentamientos entre los que se fueron y los que creen que la democracia es un imperativo categórico… ¡todos somos hondureños!
Aquí no hay condiciones para ninguna guerra, guerrilla, ni nada que produzca sangre; aunque lo anuncie MEL… la respuesta es: ¡NEL!
Los invito a que seamos positivos, positivos de pensamiento y actuar…
"La Libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre: por la Libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida..."
Don Quijote de la Mancha
