jueves, 3 de enero de 2013

Relaciones comerciales Honduras - China


Por : Mario Berríos
El reiterado anuncio del gobierno —en las últimas semanas— de establecer relaciones diplomáticas con China Continental, significa, en términos prácticos, una luz de esperanza económica para la gestión de Porfirio Lobo Sosa y un alivio para el sostenimiento de la economía empresarial y familiar.

Honduras, amparándose en el principio de la libre determinación de los pueblos, puede tener relaciones internacionales con la nación que estime conveniente y necesario. Abrirse al mundo conforme se esbozan los escenarios geopolíticos, es vital, en particular con países que han alcanzado altos niveles de desarrollo tecnológico, científico, cultural, educativo, político y económico.

En la búsqueda de un mayor desarrollo, diversas potencias, incluyendo a la más avanzada, como EUA, sostiene fuertes vínculos comerciales con China, ¿por qué nosotros debemos permanecer en la retaguardia comercial? Las demandas actuales, con un escenario mundial pujando por mejorar y sanear las economías, el establecimiento de relaciones bilaterales representa un paso trascendental. Por supuesto a lo lejos intuyo que no existe un estudio pormenorizado de las repercusiones, en el tiempo, de esa unión comercial, de ahí que un paso obligado sería hacer consideraciones torales en el tratado, así como pensar, desde ya, en el reordenamiento jurídico doméstico e internacional.

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Nosotros desde hace muchos años sostenemos relaciones informales con China, muchos ciudadanos y comerciantes viajan constantemente a ese país, del cual regresan con enormes cargamentos vía marítima, principalmente, porque China vende de todo y, asimismo, compra todo. Sin tener relaciones diplomáticas, ya estamos inundados de producto chino, del cual se beneficia gran parte de nuestra población por los precios bajos, es decir, con producto chino el dinero rinde más. Volvamos nuestros ojos a otras consideraciones básicas a tener en cuenta: ¿nuestros pequeños artesanos estarán desprotegidos, tendrán que mejorar o desaparecerán? Un ejemplo: Yo le compro un par de botines a un zapatero nuestro por 800 lempiras, ¿podré obtener un par de esos mismos zapatos chinos por menos de 500 lempiras? Sigamos: En un santiamén China podrá inundar de botines para el doble de la población hondureña, porque ellos producen a gran escala, en cantidades exorbitantes. ¿Qué pasará con las transgresiones a los Derechos de Autor, con los tratados que Honduras ya tiene en la materia contra la piratería? Al margen de la firma del acuerdo comercial, Honduras no debe olvidar que los chinos son expertos en la materia, ¿qué hacer para enfrentar esa problemática? Como ejemplo de esto último, los aludidos orientales producen no menos de tres tipos de Rolex, uno similar al original, caro; otro de mediana calidad a precio módico; y una imitación burda, a precio de liquidación post navideña.

En vez de estar pensando en barreras, los compatriotas más notables deberían de ponerse a aportar ideas de cómo evitar, con esa segura invasión china, la inminente fuga de nuestros recursos naturales, porque los chinos desde hace décadas trabajan silenciosamente en consolidar posiciones sobre recursos estratégicos alrededor del mundo. En esos pesos y contrapesos, vendrá tecnología barata, pero al fin tecnología. Apple, Google, Facebook y Amazon, por citar algunas firmas del Ciberespacio, tendrán competencia en nuestro suelo.

Las distribuidoras de vehículos de marcas norteamericanas, japonesas y europeas al fin tendrán una competencia a tener en cuenta, porque los autos chinos sin duda se venderán a mejores precios, al margen de los acaparadores, quienes siempre encarecen los productos. Por efecto las marcas reconocidas de autos que ya circulan por nuestras carreteras deberán costar menos, ¡se iniciará una competencia formidable! Si Usted, mi apreciable lector, tiene a la mano un modernísimo teléfono de las firmas telefónicas del momento, pregúntese si por la mitad del costo podrá obtener, con las opciones chinas, otro aparato igual o más moderno.

Veamos otras interrogantes a tener en cuenta para un estudio en cuanto a las repercusiones y la manera de enfrentarlas: ¿nos inundaremos de chinos? ¿Tendremos ciudades modelos o ciudades chinas? ¿Qué opciones dar a los productores de arroz teniendo en cuenta que los chinos con una insignificante donación pueden inundar el mercado hondureño?, ¿será el momento oportuno de atacar a los acaparadores de productos de la canasta básica con este movimiento hacia China? ¿Con la cultura china de los pirotécnicos tendremos más quemados en los hospitales? ¿Hondureños podrán ir a trabajar a China? ¿Percibirán mejores salarios allá?

Ahora, pongamos nuestra visión en que una alianza con China, al margen de generar ciertos resquemores y conflictos, también nos dará otras posibles armas estratégicas, diplomáticas, En todo caso, me late que nos convertiremos en un puente interminable de chinos hacia EUA, ¿cómo nos conquistará Barack Obama para evitar o contrarrestar ese flujo?, ¿se le abrirá un agujero a la frontera americana y a su departamento de inmigración?, ¿dará mayor atención a estos países a partir de ese movimiento del alfil, peón, caballo, torre, reina y rey del tablero del Presidente Porfirio Lobo Sosa? En lo particular a mis ojos les resultará interesante esa partida de ajedrez político.




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