domingo, 8 de agosto de 2010

Los hallaron a tiempo...

Cavando un tunel hacia la impunidad
Por: Osman Guardado
La naturaleza de la llamada crisis hondureña nos recuerda el caso de dos sujetos capturados en El Salvador cuando cavaban un túnel en dirección a una sucursal bancaria.
El pasadizo se descubrió al colapsar el pavimento de una calle cuando pasó un camión encima de la excavación; la policía acudió al lugar, abrió más el boquete y capturó a dos sujetos desnudos y cubiertos de pies a cabeza de tierra y polvo. Dentro del túnel hallaron baldes, picos, palas y carretillas para remover la tierra y las piedras.

Pero los jueces que ventilaron la causa no descubrieron razones para procesar a los individuos, ya que "no había evidencias de que su intención era meterse dentro del banco y robar". La "presunción de inocencia" los salvó: a menos que les hubieran encontrado dinero y documentos del banco, y existieran testigos que los hubieran visto salir del agujero dentro del local y apoderarse de lo ajeno, para los jueces no era posible condenarlos.

El caso del depuesto presidente Zelaya reviste iguales características: que estuviera preparando un referendo ilegal, que desobedeciera al Congreso, que tuviera listas urnas con votos premarcados y que además fraguara disolver el Congreso y la Corte Suprema, para la comunidad internacional de gobiernos no es suficiente prueba de que quería perpetuarse en el poder ni menos causa para removerlo. La posición es que al ganar una elección un individuo se coloca por encima de las leyes de su país y puede manosearlas a su antojo. Sobran quienes justifican los desmanes y la dictadura de Chávez por el hecho de que fue electo la primera vez en comicios honestos.

Las elecciones no entregan cheques en blanco

En esto la OEA, con su secretario Insulza al servicio de Chávez y no de la democracia, incumple su propia Carta Democrática, la que fija los límites a los gobiernos en el ejercicio del poder: están obligados a respetar la separación de poderes, la transparencia electoral, las libertades fundamentales y el Orden de Derecho. Ganar una elección es un requisito necesario, pero no suficiente, para que un régimen sea considerado democrático.

Hitler ganó en forma democrática el ser proclamado canciller alemán en 1933, como se puede decir de muchos otros que casi de inmediato se convirtieron en dictadores y derrumbaron el marco legal e institucional que los llevó al poder para luego perpetuarse, como está sucediendo ahora en Nicaragua a raíz del maridaje de los sandinistas con los liberales del corrupto Alemán. Si Hindenburg, el canciller alemán que entregó el poder a Hitler, hubiera desobedecido el mandato electoral y eliminado a los nacionalsocialistas que desde antes eran una amenaza a la nación, millones de muertos y la destrucción de media Europa se habrían evitado.

Lo que los pueblos deben comprender es que en países con una débil institucionalidad, otorgarle a una elección el carácter de patente de corso o cheque en blanco es el camino al desastre, como está sucediendo en Ecuador, Bolivia y Nicaragua, regímenes títeres de la dictadura venezolana.

Zelaya desobedeció a la Asamblea y a claros mandatos constitucionales con el propósito de hacer colapsar la institucionalidad de Honduras y perpetuarse en el poder. Como los potenciales ladrones del banco, cavaba un túnel pero lo detuvieron en el instante preciso.
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