El Humanismo Cristiano mal aplicado

Esta es una técnica social con perspectiva educacional y filosófica que enfatiza el valor del individuo y la importancia central de los valores humanos en contraposición a la creencia religiosa. En un principio comenzó como un programa educacional llamado humanidades, que inculcaba aquellos valores seculares antiguos que fueran congruentes con las enseñanzas cristianas. Fue desarrollado en Europa durante el renacimiento, influida por el estudio de la literatura y la filosofía griega y romana. Valora la cultura, pero admite que el hombre solo se desarrolla plenamente en la medida en que entra en una correcta relación con Cristo. Su máximo exponente fue Jacques Maritain ( 1882-1973 ). Su filosofía política defiende la realización humana en un marco de principios cristianos. Es una de las bases primarias del desarrollo mundial político demócrata cristiano, iniciado en Europa y en América Latina a primera mitad del siglo pasado. Sus representantes contemporáneos son: : Baltasar Castiglione, Tomás Moro, Nicolás Maquiavelo y Antonio de Lebrija. La interpretación cristiana que le dio Maritain al humanismo, fue acogida con entusiasmo en algunos sectores de la iglesia y entre varios grupos laicos. Inspiro numerosos movimientos católicos comprometidos con la acción social y la vida política, por lo que resulto ser un arma ideológica y eficaz sobre todo contra el marxismo. El gobierno actual es imprevisible, todavía no tiene claro el panorama del país, que está en continúa germinación de conflictos sociales, debido al abandono de la agenda interna y la mala lectura de la realidad nacional. Las instituciones públicas están gravemente debilitadas en todos los aspectos, esto impide que haya inversión pública y que puedan cumplir con los compromisos salariales. No hay un punto de apoyo de las entidades gubernamentales a favor del pueblo, los ejemplos son claros: el cobro para la reposición de la cédula en el Registro Nacional de las personas, el paquetazo fiscal, los altos costos de la energía eléctrica y el maltrato y negligencia histórica de dichas instituciones contra los usuarios. A ello habría que sumarle el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la cual dice: que en Honduras se mantiene un patrón desproporcionado de la fuerza pública. En este gobierno del Cambio Ya (de nombres, rostros y nuevos ricos), han habido despidos masivos en todas las instituciones del Estado y a estas personas despedidas no se les da la certeza de cuando se le pagarán sus prestaciones. Tal es el caso de la Dirección Ejecutiva de Ingresos que ha cesanteado a Delegados Fiscales hace más de un año y otros hace algunos meses y hasta hoy en día no les han pagado. Los mantienen a base de mentiras, evasivas y enviando la documentación de un lado para otro. A esto hay que agregar el acostumbrado “llame la otra semana” “estamos trabajando en eso” y un sinfín de tácticas dilatorias. Mientras tanto, el director ejecutivo dándose la gran vida y los despedidos siendo garroteados por el hambre. Veo una contradicción, en su llamado Humanismo Cristiano que tanto profesa el gobierno, está busca el pleno desarrollo del hombre y el amor al prójimo en base a los principios cristianos, realmente no se ve nada de eso; sino el amor a los bolsillos rotos del pueblo. En Honduras hay una violación sistemática a los Derechos Humanos Laborales. El Estado no es garante de nada, no tiene ninguna política de prevención del delito, enfermedades, desastres naturales. Tampoco busca la manera de crear nuevos empleos, no fortalece la familia, no hay una justa distribución de ingresos; lo único que aumenta es la violencia, la carestía de la vida, el desempleo, los impuestos, el desorden cotidiano, la pobreza y la desigualdad social. El Estado nace para proteger la libertad, la propiedad, buscar el bien común, crear un orden jurídico, fortalecer las instituciones públicas para que sean garantes de la democracia, la unidad social y la participación ciudadana para mejorar y transformar las comunidades. El mercado es incapaz de regularse por sí mismo y cae en excesos que nos ocasiona severos problemas y eso es lo que tiene actualmente al mundo entero en una profunda crisis económica. Debe haber una verdadera reforma fiscal y que estos recursos se usen en inversión social, mejorar las condiciones de vida, invertir en una educación eficiente y de calidad, mejorar el sistema de salud público y combatir frontalmente la inseguridad y la escasez de empleo. El gasto social debe ser debidamente focalizado hacia los sectores más vulnerables. Se debe mejorar la productividad de las empresas públicas y privadas, atraer la inversión extranjera y evitar las compras directas mediante una debida planificación. Necesitamos con urgencia un gobierno eficiente, no demagógico y con soluciones equilibradas.

Naín Paz Serrano. 4 de agosto de 2010.
caminandosobreelrostrodeltiempo@yahoo.com

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