jueves, 3 de junio de 2010

Un partido fracturado : por Nain Paz Serrano

El glorioso Partido Liberal de Honduras se encuentra en una de sus crisis más profundas de la historia, pasan las horas, los días, los meses y no hay señales significativas de su recuperación. Algunos analistas dijeron en su momento que el fin de la crisis nacional terminaría con la celebración de las elecciones, la verdad es que las cosas siguen igual y con una tendencia al crecimiento. Todavía se ven y se sienten las disputas internas dentro de este abanderado de la débil democracia hondureña. La lucha por recuperar y mantener espacios dentro de la política nacional es latente entre golpeadores y golpeados. Existe actualmente una seria amenaza contra el partido de las milicias eternamente jóvenes, esa amenaza se llama divisionismo. Si el actual jefe de Estado de Honduras, da las facilidades necesarias para que el Frente Nacional de Resistencia Popular se constituya en una partido político, el Partido Nacional se anotaría una ventaja anticipada; recordando aquella frase de Nicolás Maquiavelo “divide y vencerás” El partido de la bandera rojo blanco y rojo, perdería una gran cantidad de votos y caudal político, dirigentes que lo conforman, pasarían al nuevo partido y con este un debilitamiento profundo y continúo. Para que el Partido Liberal gane las próximas elecciones generales necesitaría los votos del nuevo partido que se quiere fundar. Elvin Santos quien actualmente tiene las llaves de este instituto político, ha hecho poco o nada, para unificarlo y limar asperezas, se ha hecho amigo del silencio; es aquí en los momentos difíciles dónde se saca a relucir el liderazgo de un dirigente.
Si acaso no se forma el nuevo partido político en mención, faltaría ver si se forma un movimiento interno de los liberales en resistencia y si aquellos que no son liberales, pero son resistencia están con la voluntad de integrarlo y apoyarlo. También faltaría ver si ya formado dicho movimiento no se le ponen zancadillas desde el Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal, para su no inscripción, ante el miedo de perder espacios quienes actualmente los ostentan. Otro gran problema es que una gran cantidad de Liberales no voten de nuevo en las elecciones generales programadas para el futuro, ante la inconformidad y la molestia, debido a los sucesos del 28 de junio del año 2009. Para que el Partido Liberal pueda volver ha gobernar necesita un líder con carisma y simpatía, que sea capaz de unificar todos los movimientos internos dentro del mismo y que tenga un discurso conciliador de partido y de nación. También que tenga la capacidad de dirigir, ordenar y crear confianza entre sus correligionarios y los que no tienen filiación política y practicar a la hora de las decisiones el consenso y no tomar decisiones impuestas que no gozan de la aceptación y simpatía de las bases. Debe tener una forma de hacer política más cercana al pueblo y a sus militantes, con el único afán de sentir la cercanía entre los electores y saber tener una lectura adecuada de la realidad nacional, porque las pequeñas cosas, son o pueden llegar hacer las grandes cosas del mañana.
Otro aspecto importante y vital, es la beligerancia, decisión y capacidad de trabajo que puedan tener sus bases en cada barrio del país, para recuperar dicho instituto político. A la vez, seria necesario, saludable y preferible un candidato que no tenga nada que ver entre los golpeadores y golpeados, esto evitaría las guerras verbales, el enojo manifiesto y la disociación entre ambos bandos, Otro punto de basta importancia, será el tipo de gobierno que realicen las actuales autoridades, que tenga más desaciertos que aciertos y que la economía nacional siga en picada, situación que nadie desea y por último el nivel de desgaste político y credibilidad que puedan tener en su momento los futuros aspirantes a la presidencia por parte de la bandera de la estrella solitaria, Todas estas observaciones pueden ser en gran medida el posible triunfo o la derrota anticipada del liberalismo. Mientras tanto, el partido liberal debe tomar la bandera de la esperanza, la conciliación y el cambio, esa esperanza que tanto nos alienta en momentos difíciles a seguir adelante y nos empuja a esa bella posibilidad de mejorar nuestras vidas.

Naín Paz Serrano.
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