viernes, 4 de junio de 2010

“El Ranger” : Carlos Posas,novelista olanchitense


Por Roberto C. Ordóñez

“El Ranger” es el título de una novela escrita magistralmente por el escritor nacional Carlos D. Posas. Digo novela porque así la denomina el autor, pero en verdad es un retrato perfecto y ameno de la reciente tragicomedia hondureña, en la que todos, de una u otra manera, fuimos actores. Pronto se convertirá en una novela del género histórico.

Muy hábilmente, el autor cambió los nombres de los personajes, pero son de generales conocidas y fácilmente identificables.

Trataré de resumir el libro en esta cuartilla, labor difícil por la prolijidad de acontecimientos.

La conspiración se inició en La Habana en enero de 2004, donde se reunieron los hermanos Castro con Hugo Chévez (el Tapir) y Paula Isabel Rojas, a quien le propusieron ser la “delfina” de El Rural, como llamó Chévez a El Ranger, para continuar con el Plan H-V-04-10, consistente en regar como pólvora por Hispanoamérica el Socialismo del Siglo XX1.

En resumen, se trataba de infiltrar a Paula en el Partido Liberal, del cual desertó desde 1981, cuando se fue a vivir a Nicaragua donde se casó con un sandinista.

Para lograrlo, el Tapir puso a su disposición, como quien no quiere la cosa, 3 ó 4 millones de dólares de inicio, hasta formar un fondo rotatorio de 10 millones manejado a discreción.

El primer encuentro entre El Ranger y Paula se produjo el 20 agosto de 2003, durante el funeral del doctor Carlos Roberto Reina (QDDG).

La segunda vez ella lo invitó a almorzar a un restaurante capitalino, donde ordenó como aperitivo vino Sauvignon Rosé 2002. Rompieron el hielo y empezaron a tratarse de vos.

Dicho almuerzo colmó todas sus esperanzas. Iba en busca de infiltrarse en el Concejo Central Ejecutivo y salió como presidenta.

Como “delfina” resultó cachinflín. Nadie la aceptó. Con abucheos y bolsas de agua la rechazaron en el desfile del 1 de mayo.

Al ser elegida presidenta del CCEPL alquiló 4 suites en hoteles de lujo. Dos para trabajar y dos para descansar.

Yo sólo sabía que las elecciones se ganan con pisto, pero don Carlos explica cómo se compran credenciales, votos y diputaciones.

Hasta ahora me cae el veinte de cómo obtienen primeros lugares candidatos anodinos.

En las elecciones de 2005 el Partido Liberal compró 2,820 credenciales a la UD; 1,854 a la DC y 1,603 al PINU a 350 LEMPIRAS CADA UNA. De las 13 mil urnas el Partido Liberal presidió 9,818.

158,256 reconocidos nacionalistas vendieron su voto por 800 lempiras. Recibían una papeleta idéntica rellenada, la depositaban en la urna y entregaban en blanco la recibida en la mesa, dando y dando con los 800 morlacos.

Para esas elecciones los liberales dispusieron de SEISCIENTOS DIEZ MILLONES CUATROCIENTOS VEINTE MIL LEMPIRAS, provenientes en su mayoría de Nueva Venecia.

A las 6:15 de la tarde el presidente del Tribunal declaró a El Ranger presidente electo.

Detalla Posas con muy buen humor las reuniones de gabinete celebradas en las selvas del río Patuca y el río Coco, donde se discutió a calzón quitado el secreto a voces de la cuarta urna.

El Partido Nacional mordió el anzuelo (¿o era de compadre hablado?) con una cuarta urna constitucional. Un cachureco presentó la moción pero sólo obtuvo 13 votos.

La actitud indecisa de Lobo antes y después todavía no la entendemos, menos ahora que dice que irá a traer chineado a Mel para absolverlo de todos sus pecados. Esto no está en el libro…

Para cubrirse las espaldas, El Ranger intentó un golpe de Estado para imponer una abogada como presidenta de la Corte o como Fiscal General. El Ranger amenazó con la muerte cruzada, borrando de un solo pencazo Corte y Congreso.

La aventura en la embajada brasileña le costó al Tapir 8 millones de dólares. La mayoría se hicieron humo en manos de pisteros.

Comparto el criterio de Posas de que dos de los magistrados actuales del TSE fueron nombrados ilegalmente porque ocupaban puestos de elección popular.

Gracias don Carlos por contarnos las aventuras de El Ranger, del rey venezolano y las del virrey del imperio, que metió su cuchara en las negociaciones truculentas de los políticos catrachos.

Compre el libro y disfrútelo, querido lector. Se lo recomiendo.
Fuente : La Tribuna Columnistas 31 Mayo, 2010 Por Roberto C. Ordóñez
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