jueves, 23 de septiembre de 2010

Acerca de la semana cívica de Olanchito y su historia

Este pequeño extracto es del libro Monografía de la Ciudad de Olanchito de Mario Posas, con el cual ganó el premio único Reynaldo Narváez Rosales en 1993. La semana cívica se inició en 1935 por iniciativa del profesor Francisco Murillo Soto, quien en ese entonces fungía como director de la escuela de varones Modesto Chacón. La idea principal era de dar un reconocimiento cívico a los hijos predilectos de tal lugar. En 1936 fueron introducidos nuevos elementos a la semana cívica aproximándola a las ferias agrícolas e industriales que habían empezado a celebrarse en otras partes del país, así se le dedicó un día al fríjol, al maíz, otro a la leche, y otro a homenajear al padre de familia que tenía más hijos en la escuela. Posteriormente el alcalde nacionalista Mauricio Ramírez, presento una iniciativa a la Corporación Municipal que dirigía en el sentido que se emitiera un acuerdo municipal en el que se declarará la SEMANA CIVICA, como una celebración oficial de la ciudad. Con el transcurrir del tiempo, esta se extendió hasta el 17 de septiembre que es el día en que culmina, esta festividad patriótica.

El 16 de septiembre de 2010 se hizo el encuentro de escritores y poetas en Olanchito en honor al señor Roberto Núñez, asistieron: Aníbal Borjas, Sarahí Argueta, Sarahí Ruiz, René Rodríguez, Nelson Martínez, todos estos pertenecientes al grupo literario el Verbo de la ciudad de la Ceiba, Julio César Pineda, Otoniel Natarén, Marco Tulio del Arca, Helmer Ramos y Naín Serrano por San Pedro Sula, Nelson Echenique de Tocoa, Gabriela Núñez, Delmer Moreno de Trinidad Santa Bárbara, Jhonny Lemus, Edgardo Solís, Renán Rosales, Renán Rivera, de Olanchito y Tania Alvarado y David Fortín de la Ceiba.

La semana cívica es un acto de fe, esperanza, orgullo, y aliciente intelectual para los pobladores de Olanchito. A parte de eso, los poetas y escritores que viven fuera de su terruño, esperan con ilusión y extrema alegría la realización de la misma. Es una semana alegre en que las horas se quedan cortas para las sonrisas, las palabras y los abrazos cálidos de amigos y familiares. Durante este tiempo se le rinde tributo al talento, a la razón y al arte en general, además de los hijos predilectos que luchan arduamente en los diversos campos y áreas para enaltecer esta amada ciudad. A pesar del cambio de los años, la gente no pierde sus raíces, costumbres y el respeto a sus adultos mayores. Los pobladores son personas alegres, simpáticas, amables, solidarias y con unas ganas salvajes de salir adelante y aprender algo nuevo cada día; en pocas palabras su juventud le saca el jugo al máximo al tiempo. Todas las tardes es una lluvia de bicicletas que vienen y van como los días. Es imposible olvidar la voz de sus ríos, su calorcito natal, la majestuosidad de sus montañas. Su ganado desparramado y abundante y lo bello de sus amaneceres. Ojala todos los años hayan semanas cívicas, porque en caso de no haberlo, el pueblo sentirá un vacío muy grande en su alma. Que no se vaya a atrever ningún alcalde a no realizarla, o sino cargará en sus hombros la mancha del desprecio. Espero que el próximo evento sea mejor coordinado y que se le dé todo el apoyo que se merece al poeta Heber Sorto para lograr el éxito del evento. Bienaventurada sea Olanchito, el tercer lugar fantástico de la literatura latinoamericana, después de Macondo y Cómala.
Naín Serrano, poeta de Olanchito, Yoro.
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